Mucha
maquinaria industrial resulta excesivamente ruidosa, por lo que en numerosas
ocasiones hay que trabajar con cascos protectores para evitar lesiones
auditivas.
Los
compresores no son una excepción, por lo que en otro tiempo, se instalaban
lejos de los puntos de consumo e incluso fuera de las naves. Esto, obligaba a
tener redes de aire mucho más largas, que encarecían la inversión y producían caidas de presión obligando al
compresor a trabajar más y consecuentemente a gastar más en energía eléctrica.
Hoy,
ese problema se ha superado ampliamente ya que en el mercado se encuentran
compresores insonorizados, tanto alternativos de piston, como rotativos de
tornillo y de paletas
Podemos
encontrar equipos de gran potencia, con niveles de sonido por debajo de 70
dB(A).
Las
insonorizaciones crean un ambiente de trabajo más cómodo y reducen el peligro
de accidentes ya que protegen los elementos móviles del equipo. Generalmente se
les dota de un panel móvil para poder acceder a los componentes internos; de un
pantalla de control externa, que incluye alarmas y testigos para el correcto
funcionamiento de la máquina, la detección de averías y los intervalos de
mantenimiento; así como de un sistema de ventilación forzada para estabilizar las temperaturas de
funcionamiento
Todo
esto, proporciona a la máquina, un diseño compacto para el ahorro de espacio.
Por
lo tanto, conseguimos reducir costes, reducir riesgos de salud y de
accidentes y podemos hacer un control más exhaustivo de el funcionamiento de la
máquina y por lo tanto de nuestros costes económicos.